en el que el gato arisco se miraba al espejo en Navidad

Aunque el gato arisco les decía a todos que la Navidad no le gustaba ya que le ponía triste y azul, en realidad no era que el gato se pusiera triste y azul en Navidad, ni siquiera era la Navidad en si misma. Lo que realmente no le gustaba al gato era que le mostrasen lo triste y azul que se encontraba, y esto irremediablemente ocurría siempre en estas fechas, porque como a todos los demás gatos la Navidad en si misma le encantaba.

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