Vuelve a estar online el gato WiFi, ese maravilloso blog donde un servidor escribe cosas sin demasiado sentido de pascuas a ramos. Nunca se me ha conocido por mi constancia, pero creo que esta vez será diferente, estoy tan convencido de ello como en las anteriores ocasiones.
Estoy cambiando de hábitos, no estaba siendo sostenible la vida de gamer nocturno, sumado a la de epiléptico con necesidad de 8 horas diarias de sueño de buena calidad, padre con niño de 2 años y medio durmiendo en cuna de colecho y empresario de los que trabajan al estilo autónomo. Así que ahora que me voy antes a la cama y que limito las sesiones de juego nocturno a dos por semana, se me presentó la oportunidad de una vez por todas aplacar mis inquietudes literarias, este es mi propósito: ¡casi todos los días ¡
Hace unos meses me puse a recuperar el blog, la idea que se me pasó por la cabeza inicialmente era aprovechar y montármelo en el NAS de casa dentro de un Docker, pero entre que la distro del NAS es un poco puñetera, es un Netgear RN516, y que ya no cuento con el tiempo con que contaba antes, se me volvió a quedar a medias el proyecto. Luego cual mensaje divino, me llegó al correo una oferta de Piensa Solutions donde se me ofrecía el WordPress, alojamiento incluido, gratuito por un año, así que ale-hop, aquí estamos.
Recuperando el blog, comprobé que por alguna extraña razón en los backups que hice con el plugin All-in-one-Wp-Migration, ¡no se encontraban las imágenes incluidas! Quien me mandaría a mí, que siempre he sido de línea de comandos y de huir de las facilidades, hacer un backup con un plugin, y no con el mysqldump y un tar de los ficheros. El caso es que también he comprobado releyendo entradas del blog, que me encantaría recuperar esas imágenes. Sobre todo, las que acompañan entradas que son una simple frase a modo de comentario de una imagen.
He sufrido de dos depresiones clínicas a lo largo de mi vida, y siempre he achacado mis lagunas de memoria a aquellos episodios, y a la medicación que tomé para ayudarme a salir del pozo. Aunque ahora también empiezo a pensar que las últimas crisis epilépticas que tuve, y el ácido valproico colaboran. El caso es que llevo un tiempo dándole importancia a mi memoria, cuando hasta ahora me había mostrado relativamente despegado hacia ella. De vez en cuando me pongo a ver fotos y a estrujar mis neuronas intentando rescatar los recuerdos enterrados en ellas.
Como enterrado en mis antiguos equipos y discos duros espero encontrar algún backup de: el gato WiFi, realizado como Dios manda. Donde estén incluidas gran parte de las imágenes perdidas del blog. Por ejemplo, hoy acabo de desempolvar un maravillo ReadyNAS NV+ de Netgear con sus 4 discos de 500 GB en raid5, y su velocidad de transferencia que ríete de la velocidad absurda de Spaceballs. Pero no hubo suerte, así que la próxima pieza de arqueología será el disco duro de ese antiguo PC que aún guardo en el trastero y de cuyo microprocesador no quiero acordarme.